En esta dirección http://groups.msn.com/Riotgrrrlsunidas/antesdeempezar.msnw
he encontrado un Grupo de Mujeres que se presentan con esta descripción:
Esta comunidad fue creada por personas de Chile, pero participan de varios países. Tratamos de que este Grupo pueda poner en contacto a quienes se interesen en el activismo feminista, por eso trata de completar tu perfil.
Muchxs compartimos además el interés por la liberación animal, nos oponemos a cualquier clase de discriminación y disfrutamos de la buena música
Si quieres aportar con algo: un texto, fotos, links, darnos tu opinión, expresar tus ideales, crear una conversación, contarnos alguna noticia, tocata, marcha, sugerirnos algo, modificar la comunidad, el saludo, lo que quieras, bienvenido sea, claro!.. siempre que sea expresado con respeto y sea consecuente.
Ciberdibujo, año 2006. Título Poyales industrial
Sobre las "Riot Grrrls"
A principios de la década de los 90 un puñado de chicas bulliciosas e inconformistas del estado de Washington decidieron rebelarse contra el dominio de los hombres en la escena musical independiente, dando lugar a un movimiento llamado riot grrrls (chicas amotinadas, grrrl=girl + gruñido). La pujante rebelión de las riot grrrls emergió como una nueva tentativa de cambiar el mundo, tras la expansión del amoroso movimiento hippy en la década de los 60 y la eclosión nihilista del punk a finales de los 70. Su semilla la sembraron en 1991 un grupo de chicas de Olympia, Washington, cuando decidieron compartir sus intereses comunes por el feminismo y el punk.
En aquella primera reunión, también descubrieron que su simpatía por el movimiento feminista estaba determinada por los malos tratos sufridos por todas ellas a muy temprana edad.
Cuando también advirtieron que compartían la aversión por las drogas y una inclinación hacia la alimentación vegetariana, decidieron hacer un frente común en contra de la supremacía machista imperante.
De una de aquellas iniciáticas reuniones, nació el primero de los fanzines que dio forma a un movimiento que trascendió rápidamente al resto del mundo, extendiendo sus tentáculos hasta Japón, Canadá y Europa.Los fanzines editados por las riot grrrls, que incluyen poemas, ensayos sobre temas como el aborto, estadísticas acerca de los malos tratos sufridos por las mujeres y, por supuesto, la habitual información musical, fueron el primer motor que impulsó hacia delante esta peculiar revuelta femenina.
En lo que a la música se refiere, hay que empezar por decir que la tendencia más habitual es situar las raíces de las riot grrrls en la combativa rockera Joan Jett.
Pero lo único seguro es que la inmersión en las profundidades del arte de escribir canciones de estas chicas de tan beligerante actitud, se asentó desde el principio sobre la famosa máxima del punk, “you can do anything”, que evidentemente apostaba por el amateurismo.
De hecho la mayoría de las bandas como Bratmobile, Bikini Kill o Babes in Toyland, son deudoras del abrasivo sonido de guitarras que siempre ha caracterizado al punk. Un sonido crudo y sin concesiones a la galería en el que ensamblaban sus letras de feminismo radical, y gracias al cual, siempre les ha sido negado el reconocimiento masivo.
De cualquier manera, hay que decir que, al menos, tan combativo movimiento si que ha servido para allanar a las chicas con inquietudes musicales el camino por las sendas del indie-rock de los 90.
A las Riot Grrrls hay que reconocerles el mérito de crear una escena protagonizada únicamente por el mal llamado sexo débil, basada en la comunicación en lugar de la competitividad, y en la abolición de jerarquías tan desfasadas como la establecida por las posturas machistas.
A principios de la década de los 90 un puñado de chicas bulliciosas e inconformistas del estado de Washington decidieron rebelarse contra el dominio de los hombres en la escena musical independiente, dando lugar a un movimiento llamado riot grrrls (chicas amotinadas, grrrl=girl + gruñido). La pujante rebelión de las riot grrrls emergió como una nueva tentativa de cambiar el mundo, tras la expansión del amoroso movimiento hippy en la década de los 60 y la eclosión nihilista del punk a finales de los 70. Su semilla la sembraron en 1991 un grupo de chicas de Olympia, Washington, cuando decidieron compartir sus intereses comunes por el feminismo y el punk.
En aquella primera reunión, también descubrieron que su simpatía por el movimiento feminista estaba determinada por los malos tratos sufridos por todas ellas a muy temprana edad.
Cuando también advirtieron que compartían la aversión por las drogas y una inclinación hacia la alimentación vegetariana, decidieron hacer un frente común en contra de la supremacía machista imperante.
De una de aquellas iniciáticas reuniones, nació el primero de los fanzines que dio forma a un movimiento que trascendió rápidamente al resto del mundo, extendiendo sus tentáculos hasta Japón, Canadá y Europa.Los fanzines editados por las riot grrrls, que incluyen poemas, ensayos sobre temas como el aborto, estadísticas acerca de los malos tratos sufridos por las mujeres y, por supuesto, la habitual información musical, fueron el primer motor que impulsó hacia delante esta peculiar revuelta femenina.
En lo que a la música se refiere, hay que empezar por decir que la tendencia más habitual es situar las raíces de las riot grrrls en la combativa rockera Joan Jett.
Pero lo único seguro es que la inmersión en las profundidades del arte de escribir canciones de estas chicas de tan beligerante actitud, se asentó desde el principio sobre la famosa máxima del punk, “you can do anything”, que evidentemente apostaba por el amateurismo.
De hecho la mayoría de las bandas como Bratmobile, Bikini Kill o Babes in Toyland, son deudoras del abrasivo sonido de guitarras que siempre ha caracterizado al punk. Un sonido crudo y sin concesiones a la galería en el que ensamblaban sus letras de feminismo radical, y gracias al cual, siempre les ha sido negado el reconocimiento masivo.
De cualquier manera, hay que decir que, al menos, tan combativo movimiento si que ha servido para allanar a las chicas con inquietudes musicales el camino por las sendas del indie-rock de los 90.
A las Riot Grrrls hay que reconocerles el mérito de crear una escena protagonizada únicamente por el mal llamado sexo débil, basada en la comunicación en lugar de la competitividad, y en la abolición de jerarquías tan desfasadas como la establecida por las posturas machistas.