domingo, octubre 31, 2010

sábado, septiembre 25, 2010

Feminismo posporno, punk y transcultural

En los últimos años han surgido una serie de autoras que sostienen que el objetivo del nuevo feminismo debe ir más allá de conseguir la igualdad legal de la mujer blanca, occidental, heterosexual y de clase media. ..
Esta transformación del feminismo se llevará a cabo a través de sucesivos descentramientos del sujeto mujer que de manera transversal y simultánea cuestionarán el carácter natural y universal de la condición femenina. El primero de estos desplazamientos vendrá de la mano de teóricos gays y teóricas lesbianas como Michel Foucault, Monique Wittig, Michael Warner o Adrienne Rich que definirán la heterosexualidad como un régimen político y un dispositivo de control que produce la diferencia entre los hombres y las mujeres, y transforma la resistencia a la normalización en patología. Judith Butler y Judith Halberstam insistirán en los procesos de significación cultural y de estilización del cuerpo a través de los que se normalizan las diferencias entre los géneros, mientras que Donna Haraway y Anne Fausto-Sterling pondrán en cuestión la existencia de dos sexos como realidades biológicas independientemente de los procesos científico-técnicos de construcción de la representación. Por otra parte, junto con los procesos de emancipación de los negros en Estados Unidos y de descolonización del llamado Tercer Mundo, se alzarán las voces de crítica de los presupuestos racistas del feminismo blanco y colonial. De la mano de Angela Davis, bell hooks, Gloria Anzaldua o Gayatri Spivak se harán visibles los proyectos del feminismo negro, poscolonial, musulmán o de la diáspora que obligará a pensar el género en su relación constitutiva con las diferencias geopolíticas de raza, de clase, de migración y de tráfico humano.


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Estamos aquí frente a un feminismo lúdico y reflexivo que escapa del ámbito universitario para encontrar en la producción audiovisual, literaria o performativa sus espacios de acción. A través de las películas de porno feminista kitsch de Annie Sprinkle, de las docuficciones de Monika Treut, de la literatura de Virginie Despentes o Dorothy Allison, de los comics lésbicos de Alison Bechdel, de las fotografías de Del LaGrace Volcano o de Kael TBlock, de los conciertos salvajes del grupo de punk lesbiano de Tribe8, de las predicaciones neogóticas de Lydia Lunch, o de los pornos transgénero de ciencia-ficción de Shue-Lea Cheang se crea una estética feminista posporno hecha de un tráfico de signos y artefactos culturales y de la resignificación crítica de códigos normativos que el feminismo tradicional consideraba como impropios de la feminidad. Algunas de las referencias de este discurso estético y político son las películas de terror, la literatura gótica, los dildos, los vampiros y los monstruos, las películas porno, los manga, las diosas paganas, los ciborgs, la música punk, la performance en espacio público como útil de intervención política, el sexo con las máquinas, iconos anarco-femeninos como las Riot Girl o la cantante Peaches, parodias lesbianas ultrasexo de la masculinidad como las versiones drag king de Scarface o ídolos transexuales como Brandon Teena o Hans Scheirl, el sexo crudo y el género cocido.

corta y pega de:
DESPUÉS DEL FEMINISMO.Mujeres en los márgenes.
Beatriz Preciado


TRIBE8


Gloria Aldanzúa .Saberes fronterizos.Escrito por Antonio Prieto Stambaugh

domingo, agosto 08, 2010

Postporno

El postporno: lo hacen porque les gusta
@Esteban Hernández.- 20/03/2010

Las nuevas activistas como Itziar Ziga, Beatriz Preciado, María Llopis o Virginie Despentes, no ocultan su cuerpo, sino que lo sitúan en primera línea del frente. No ocultan su sexualidad, sino que dicen querer aprovecharla al máximo y en todas sus posibilidades. En sus performances, en sus películas y en sus escritos no dejan nada a la imaginación: son las protagonistas de un uso explícito del sexo, tanto para el placer privado como para dejar clara su posición militante. Si bien, como explica Itziar Ziga, autora de Devenir Perra, y aun cuando hayan sido poco aireadas, siempre ha habido posiciones en el feminismo “que se desvincularon de la mojigatería reinante y optaron por hacer visibles sus cuerpos de una manera radical. Ahora existe una corriente amplia de performers, artistas y activistas que somos conscientes de que la mayor batalla del patriarcado se libra en nuestro cuerpo”. En ese sentido, ocultarlo, como hicieron algunas feministas en el pasado, “es una estupidez. No podemos caer en la trampa de estigmatizar nuestra sexualidad”. Ziga asegura estar “orgásmicamente convencida de que estamos viviendo una revolución, una sexualización y una putificación del feminismo”, encarnada en pornofeministas como Annie Sprinkle, Marina Abramovic, Valie Export, Cosey Fanni Tutti o Verónica Vera, figuras de referencia que abrieron el camino a las activistas actuales.Y es en este contexto donde el postporno juega su función. Según José Pons Bertrán, responsable editorial de Melusina, el sello literario que ha acogido a este movimiento, “se trata de apropiarse de cotos privados que antes estaban sujetos a un poder heteronormativo. Así, el porno era terreno del hombre heterosexual, y todos los contenidos estaban destinados a él. Ahora no: ellas han dado un golpe de estado a esa concepción”. Lo que implica nuevos planteamientos. Ellas no lo hacen para ganarse la vida, sino porque les gusta y como forma de reivindicación política. “Y porque sí…Todos fabricamos nuestro porno. Lo que ocurre es que, además de hacerlo en nuestra casa, lo mostramos”. Y se trata de una actitud que sorprende a mucha gente. Lo que demuestra, según Ziga, “hasta qué punto la mujer ha estado dominada. Que nosotras lo hagamos delante y detrás de las cámaras o en un escenario, o en cualquier situación que nos apetezca, no tiene por qué generar ningún problema. ¿Por qué no puede haber mujeres que practiquen el sado delante de una cámara y disfruten con ello? Pero que una mujer sea dueña de su cuerpo es una de las cosas que más molestan a esta sociedad”. Vivimos en un mundo, pues, que trata de normativizar lo sexual, frecuentemente convirtiéndolo en patológico. “Me aseguran que en el DSM V (el próximo manual diagnóstico de las enfermedades mentales editado por la American Psychiatric Association) la hipersexualidad va a ser considerada como patología. Y la pregunta es ¿quién me dice cómo tiene que ser la sexualidad moderada? ¿Cuántas veces tienes que hacerlo al día o al año, para ser considerada alguien normal?”.“Damos miedo a los machos”Quizá por ello, en las representaciones de la sexualidad que utilizan en sus prácticas artísticas (o en las simplemente pornográficas) yace una especie de desafío a las reglas dominantes tejido desde una actitud orgullosa y altiva. “Es que no puedes hacerlo de otra manera. No puedes exhibirte o ponerte a hacerlo en público a con miedo o con vergüenza. Llevan toda la vida diciéndonos que son cosas que sólo podemos hacer en la intimidad del hogar y sintiéndonos además culpables. Pues no es así”. Y son actitudes que provocan, con cierta frecuencia, reacciones hostiles. La última, en Cádiz, donde Ziga participó recientemente en unas jornadas sobre prostitución organizadas por una asociación derechos humanos. “Quisimos hacer visible el asunto organizando en la calle un carril puta. Eso, dada la mojigatería reinante, fue recibido como una provocación, hasta el punto que terminó acudiendo la policía”. Hablamos de reacciones, asegura Ziga, dirigidas por el miedo. “Asusta que una mujer sea dueña de su cuerpo. Si eres directa, la gente se corta mucho. Si estamos en una discoteca y empezamos a jugar y a liarnos entre nosotras, nadie se atreve a tocarnos. Damos miedo a los machos porque vamos en grupo y no tenemos vergüenza”. Comportamientos que, explica Ziga, están muy relacionados con un estado general de las cosas. “Hay quien nos pregunta por qué hacemos cosas así. La respuesta es evidente: porque vosotros nos habéis reprimido. A las mujeres se nos domestica socialmente a través del pudor: no debes hablar muy alto, ni decir lo que piensas, ni exhibirte. De modo que terminar con esos límites, hacer que exploten mostrándote como una zorra depravada, es lo mejor que podemos hacer las mujeres”. Y los resultados suelen ser muy positivos, afirma Ziga. “Soy más respetada por los hombres desde que voy de frente. Me tratan como a una igual. Me cuentan sus historias y sus temores y paso a ser una confidente para ellos”. Narraciones fronterizas y subversivasSin embargo, el postporno no sólo se trata de una serie de comportamientos que se llevan a cabo delante de una cámara o en una performance o que son narrados en un montón de folios. También se trata de un movimiento teórico que ha decidido borrar los límites entre reflexión y práctica, afirma Ziga. “Lo maravilloso del postporno es que nosotras lo ideamos, lo proyectamos, lo reivindicamos, y lo ponemos en nuestro propio cuerpo. Aquí no hay distancia entre quien teoriza y quien practica”.Y eso es también parte de sus méritos estéticos, asegura Pons, ya que la mezcla de géneros que aparece en sus textos los convierte en algo totalmente nuevo. “Se trata de una literatura fronteriza, donde se juntan ensayo, ficción y realidad que me fascina. Podríamos decir que tienen algo de Sebald, de los juegos de Borges y de la actitud de los beatniks”. María Llopis, Performer, escritora y actriz porno, que acaba de editar en Melusina El postporno era esto, incide en la validez de esa mezcla de géneros. “Mi libro es una autoficción. En él trato temas muy personales, y mezclo hechos reales e inventados, pero es que todo es así. Todo lo que escribo es autobiográfico, pero es que la autobiografía también es ficción. Escribo como vivo”.Para Pons, “ahora que la novela está de capa caída, la literatura está renovándose por un lugar insospechado, como son estas narraciones fronterizas y muy subversivas. Al igual que se dijo en una época que la mejor literatura que se hacía en Francia eran los ensayos de los postestructuralistas, ahora la mejor literatura es la que están haciendo estas mujeres”.
Artículo encontrado en: elconfidencial.com


ITZIAR ZIGA


Las mujeres, para poder escribir, necesitan una habitación propia, anunciaba certeramente Virginia Woolf en 1929 mientras el sistema financiero capitalista saltaba por los aires. Una habitación propia… en una era donde el mileurismo es un lujo, a veces con un cuchitril mal ventilado basta.Tras publicar Devenir perra, Itziar Ziga reúne esta colección de textos breves, precarios, bastardos y propios. Han sido recuperados a lo largo de los años de múltiples ordenadores ajenos, gracias al nomadismo y a la precariedad que tienen por costumbre amenizar la vida de la autora. A menudo logró rescatar una copia en los instantes previos a cada naufragio, ruptura, huida o mudanza.Tania Head, Anna Ajmatova, Caster Semenya, Virginie Despentes, Rocío Jurado, Ocaña, Olympe de Gouges y muchas otras divas de su particular altar punk sobrepueblan estas páginas donde se despacha entorno a sus obsesiones: el placer de las raras como venganza, la búsqueda incesante de antepasadas perrunas, el feminismo lascivo y abrupto, la resistencia contra el capitalismo patriarcal,…Porque, se puede escribir sin una habitación materialmente propia pero no se puede escribir sin un precioso zulo interior, es imposible. ¡Bendito feminismo, bendita Virginia Woolf!

presentación de Un Zulo Propio en Barcelona
Devenir perra: Blog de Itziar Ziga


BEATRIZ PRECIADO
Entrevista con Alejandro Jodorowsky
ENTREVISTA a Beatriz Preciado "La sexualidad es como las lenguas. Todos podemos aprender varias" (EL PAÍS) ... Alta, andrógina, alternativa. Experimental. Seguir leyendo...

MARÍA LLOPIS


Entrevista a María Llopis, postpornógrafa
El postporno era eso ed.Melusina


VIRGINIE DESPENTES

La teoría King Kong: Entrevista con Virginie Despentes

lunes, marzo 29, 2010

MUJERES LIBRES (artículo premiado)

Hace ya algunos años que se publicó el libro Mujeres Libres. El artículo premiado nos presenta el libro y nos lo explica. He recortado los párrafos que creo resumen el contenido principal.
Puedes leer el artículo completo pinchando el enlace.

Mujeres Libres (1936-1939). Una lectura feminista

El anarquismo como movimiento social que persigue con fin último una emancipación humana integral, una libertad plena que posibilite el pleno desarrollo de la personalidad humana, mostró desde fechas muy tempranas una extraordinaria preocupación por el problema de subordinación de las mujeres, que destacaría considerablemente con respecto a otras corrientes ideológicas obreristas. En su proyecto de sociedad futura, los anarquistas de orientación comunalista, contemplaban una organización social no jerárquica, basada en el colectivismo, la autogestión y el espontaneísmo, en la que fuesen compatibles el comunismo y la libertad individual. Para ello, debían ser abolidos el Estado y el sistema de producción capitalista, por estar estos basados en relaciones autoritarias y opresoras. Conscientes, sin embargo, de que el lugar de trabajo no era el único espacio en el que tenían lugar relaciones de dominación y opresión, consideraron que en este proyecto revolucionario era esencial una transformación de las relaciones personales y tendrían una importancia fundamental las cuestiones relativas a la vida familiar y la sexualidad
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Por su parte, Amparo Poch, una de las fundadoras de Mujeres Libres, atacó la doble moral sexual sustentada sobre el matrimonio y la prostitución, defendió la libertad sexual de las mujeres y su derecho al placer sexual y preconizó el amor libre rechazando el principio de la monogamia que relacionaba estrechamente con el capitalismo y la propiedad privada:

"Todo el armatoste opresivo del capitalismo defiende la monogamia en sus códigos sexuales porque sabe muy bien que solo el derrumbamiento de este puntal poderoso hará la verdadera Revolución. Pareja humana, propiedad privada, capitalismo. He aquí tres principios que se sostienen mutuamente".

El interés de este discurso reside en el modo en que concibe la sexualidad como factor subversivo que puede constituir un medio de transformación social y contribuir al cambio de las estructuras socioeconómicas al mismo tiempo que la transformación de las relaciones de género.
Leer completo...

El anarquismo rechazó el determinismo económico marxista y comprendió la multiplicidad y variedad de relaciones de dominación admitiendo que una reestructuración económica, aunque era imprescindible, no sería suficiente para lograr la emancipación humana.Así, frente a las concepciones marxistas de toma del poder estatal, el anarquismo propugna el cambio social mediante un proceso de transformación cultural y el desarrollo de nuevos modos de relación de los que estén excluidos autoridad y coacción.La ausencia de centralidad de las relaciones de producción en su crítica al orden social establecido explica su especial atención a las desigualdades de poder en el ámbito de las relaciones personales y su especial atención teórica al problema de la subordinación femenina.
Una clara conciencia de las dimensiones políticas de lo sexual y del importante papel que desempeñan la vida familiar y sexual en la conformación del orden social llevará a los anarquistas a considerar la reforma sexual y la emancipación de las mujeres como aspectos esenciales del proceso de revolución social.
Defenderán así el amor libre, la igualdad de géneros y la elevación de una nueva moral que destruirá la vieja moral burguesa, estrechamente relacionada con los valores de la sociedad capitalista. A través de su propuesta de un nuevo orden social y amoroso antiautoritario, ideal heredado del socialismo utópico, el anarquismo contribuyó a la conformación de una conciencia feminista....
La contradicción existente en un movimiento libertario que propugnaba en teoría la emancipación femenina pero mantenía una práctica patriarcal conducirá, como veremos, al surgimiento de la organización Mujeres Libres, que defenderá la emancipación femenina como condición esencial de la Revolución Social....En las críticas anarquistas a la familia y el matrimonio encontramos un rechazo a la hipocresía de la vida sexual en la sociedad capitalista, basada en la doble moral, así como en el autoritarismo y jerarquización inherentes a la familia tradicional, instrumento de control social fundamentado en el poder masculino y la esclavitud de las mujeres....
Mujeres Libres es la consecuencia lógica de determinados planteamientos del anarquismo. Conscientes de que todo cambio social debía ser consecuencia de una profunda transformación cultural y moral que se lograría mediante una amplia labor propagandística y educativa de concienciación, los anarquistas otorgaron a la cultura y la educación un papel fundamental en la emancipación humana. Puesto que la ignorancia y el atraso educacional de las mujeres constituyen una de las causas de la esclavitud femenina, el proceso de emancipación femenina deberá fundamentarse en la elevación cultural de las mujeres. Esta labor educativa se centrará, como veremos, en los siguientes aspectos: capacitación profesional y cultural, educación para una maternidad consciente....Los anarquistas vincularon estrechamente las esferas política y sexual considerando que su proyecto de revolución social, no podía quedar reducido a la transformación de las estructuras socioeconómicas sino que debía incluir un cambio fundamental en las relaciones de género, con el fin de suprimir las relaciones de poder. Una conciencia crítica con respecto al Estado y las relaciones de poder establecidas pudo propiciar el desarrollo de una conciencia feminista centrada en la crítica al autoritarismo en las relaciones interpersonales, así como la aparición de un movimiento feminista autónomo en el seno del movimiento libertario español.
La política sexual del anarquismo español fue, sin embargo, ambivalente y en su discurso, se constata una fuerte tensión entre la ruptura y la tradición, puesto que si bien consideraron que a las mujeres les correspondía el lugar de iguales y no de subordinadas, no rompieron, salvo excepciones, con el discurso dominante de la diferencia sexual y la complementariedad entre los sexos, que se manifiesta por ejemplo en la identificación entre feminidad y maternidad. No obstante, hay que tener en cuenta la gran heterogeneidad del pensamiento libertario y la existencia de considerables diferencias en el discurso de los distintos autores y autoras.
Mujeres Libres, cuyo surgimiento y desarrollo solo podemos entender desde el anarquismo, corriente ideológica que impregna todo su discurso, propugnará una redefinición de las relaciones de género sobre bases igualitarias y antijerárquicas, así como una redefinición del concepto de mujer. Desafiando las concepciones patriarcales de la feminidad, impulsaron la autodeterminación y la autonomía de las mujeres, que debían definirse a sí mismas desde un ángulo de visión propio.